En los últimos meses, es probable que hayas escuchado noticias de personas que se han hecho millonarias vendiendo fotos pixeladas de gatos en forma de NFT. Yo entendía la tecnología detrás de los NFTs, pero no entendía por qué alguien compraría algo que podía descargarse como una imagen JPG. Aun así, decidí comprar mi primer NFT.

¿Qué es un NFT?

Un NFT es un token, un código que actúa como identificador, similar a la matrícula de un coche. Este código puede asociarse con un archivo digital, como un JPG, y hay un registro que indica a quién pertenece ese token. Así como cada coche tiene una matrícula única, los NFTs tienen un identificador único, y aunque puedes tener muchas copias de una imagen, solo habrá un número limitado de NFTs.

Mi experiencia comprando un NFT

Siempre me ha gustado coleccionar cosas, así que cuando Marvel anunció su primer NFT, especialmente uno de Spider-Man, quise conseguirlo. Aunque no lo compré el día de lanzamiento, lo adquirí más tarde a través de una aplicación llamada VeVe.

El valor de los NFTs en el mercado

Compré la versión más común del NFT de Spider-Man por 29 dólares. Esta versión tiene un límite de 32,000 copias, pero hay otras versiones más raras con menos copias y, por lo tanto, más valiosas. Por ejemplo, la versión más rara se vende por casi 9,000 dólares.

El problema con los NFTs

El problema que veo con los NFTs es que todos son iguales. Incluso si hay 32,000 copias de mi Spider-Man, todas son idénticas. Esto hace que sea difícil justificar precios más altos para ciertas copias, ya que no hay diferencias físicas ni firmas que hagan que una copia sea más valiosa que otra.

Conclusión

Compré el NFT por la emoción de poseer el primer NFT de Marvel y Spider-Man, no como una inversión. No recomiendo comprar NFTs con la intención de ganar dinero, ya que el mercado es nuevo e incierto. Si te gusta coleccionar, puede ser una buena opción, pero no esperes que cada NFT sea único.